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Extensión Universitaria
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INTRODUCCIÓN


Entendemos que un programa de gobierno universitario debe, contener el conjunto de las propuestas que se ofrecen como opciones a la Comunidad Universitaria, estar articulado en planes de actuación durante un período concreto, y explicar cómo y quienes han de llevarlo adelante. Es mi propósito hacer desde aquí una defensa de mi programa.

En él se exponen nuestras opciones en política universitaria, mostrando una amplia gama de ideas que pensamos es posible desarrollar en los próximos años, y con las que tenemos la firme convicción de que se pueden aportar soluciones a viejos problemas, respuestas a los interrogantes actuales y un nuevo horizonte de modernización y de futuro para nuestra Universidad.

Como es natural, las propuestas parten de un análisis de la situación actual. Es inevitable, por ello, que contengan críticas y discrepancias con quienes han tenido la responsabilidad de gobernar nuestra institución en los últimos años.

Quiero señalar, sin embargo, que no es la nuestra una mera respuesta a los actuales gobernantes, ni nos definimos por una simple oposición a las otras candidaturas que se presentan. Todos los que configuramos nuestra candidatura manifestamos nuestro profundo respeto a cuantos han gobernado, con mayor o menor acierto, la Universidad de La Laguna hasta el presente, y a quienes tienen la generosidad de presentarse como candidatos al rectorado. Me separa hoy de ellos lo que más nos une: la universidad. Nuestro éxito será siempre que entre todos construyamos la mejor Universidad.
El programa que voy a exponer se soporta en algunas ideas básicas, que inspiran las iniciativas y configuran el modo de desarrollar nuestras propuestas. Creo que es importante comenzar por ellas, en la medida que permiten la mejor comprensión de todo lo que expondré después.
La idea central sobre la que se articula esta candidatura es la de dar respuesta al compromiso de la Universidad con la sociedad canaria. Entendemos que la educación superior en Canarias, y muy especialmente nuestra Universidad, necesita un impulso renovador que supere la mera gestión del quehacer universitario. Pensamos que una mirada crítica a nuestro quehacer, debe hacernos ver que no estamos desarrollando muchas de las potencialidades que existen en nuestra Institución. Y la sociedad Canaria nos necesita y nos lo demanda. Por ello, nuestro propósito es pasar al primer plano de la actividad institucional de la Universidad, la calidad de la docencia y de la investigación, que son los máximos compromisos que tiene la Universidad.

La segunda idea motriz, es que estamos convencidos de que en la Universidad se gobierna con las personas, no a las personas. Muchas de nuestras propuestas y de nuestro método de trabajo tienen que ver con esta idea. Por convicción, nos proponemos gobernar contando con todos. Escuchando las opiniones de los universitarios de primera mano, y no sólo en los órganos de representación. Desde ahora, adquiero el compromiso de que, en el caso de resultar elegido, mantendré varias veces al año, en los diferentes centros y servicios de la casa, reuniones con los representantes de los tres sectores de la comunidad universitaria, profesores, estudiantes y PAS, para conocer en directo sus problemas, sus inquietudes, sus iniciativas y sus quejas.

La tercera consideración relevante, es que nuestra candidatura nace y se estructura como una candidatura de integración: Es una candidatura que quiere superar las siglas, y el enfrentamiento, entre los grupos claustrales.

Estas dos últimas ideas, deben generar un nuevo estilo de gobierno que entendemos que es una necesidad básica de la Universidad. Un estilo de gobierno más abierto a todas las personas, a todas las ideas, vengan de donde vengan, con sensibilidad hacia todos los problemas, con voluntad de resolver todos los enfrentamientos.

Un estilo en el que, por ejemplo, en los órganos de gobierno no se secuestre la voz y el voto de los sectores que no apoyan al rector, haciendo abuso de las mayorías que la LOU autoriza. O en el que se pretenda restringir el voto de algunos colectivos, como es el caso de los asociados contratados al amparo de los convenios con las instituciones sanitarias.

Pensamos que estamos en condiciones de gestionar la Universidad de un modo distinto y mejor de lo que viene ocurriendo en la actualidad, pero eso, por sí solo, no sería bastante. Nuestra Universidad no solo necesita nuevos gestores. Necesita nuevas ideas, fijar sus objetivos institucionales, apuestas de futuro y un nuevo estilo de gobierno. En definitiva un modo de hacer las cosas que genere respuestas reales y profundas, no coyunturales, a las cada día más complejas demandas de la sociedad.
El progreso de una institución como la nuestra consiste habitualmente en dar muchos pequeños pasos en la dirección correcta, más que en dar un solo gran salto.

Es por eso, que la definición de la dirección correcta es la tarea prioritaria, nuestro objetivo primordial inmediato y nuestro compromiso. Para conseguirlo es necesaria la apertura de un amplio debate institucional que fije los objetivos estratégicos de la Universidad, los cuales deberán estimular y ser coherentes con los que precisan nuestras islas.

Las conclusiones de ese debate, actualmente inexistente, en materia de política de profesorado, calidad de la docencia y de la gestión, el mantenimiento y las inversiones en grandes infraestructuras y las iniciativas institucionales en investigación, desarrollo e innovación, deberán guiar nuestra política.

Resumiendo lo anterior, proponemos un método de trabajo que se asiente en los siguientes criterios:

1. Tener noticias de primera mano. Y ya expliqué los compromisos concretos, de visitas periódicas a los centros y servicios, que adoptamos.

2. Apertura de un amplio debate institucional que nos permitirá fijar los objetivos estratégicos de la Universidad.

3. Una profunda mejora de nuestra organización que nos permita dar muchos pequeños pasos en la dirección correcta.


En los próximos años, esta Universidad se verá inmersa en la adaptación a dos importantes procesos: el que se deriva de la Ley Orgánica de Universidades y el que viene generado por la convergencia europea de la educación superior. Si la difícil adaptación al primero será objeto de un desarrollo pormenorizado a lo largo de esta exposición, la implantación del segundo será una ocasión más, no exenta de dificultades, de anclar nuestra universidad en niveles de calidad, en docencia, investigación y gestión, homologados internacionalmente.

Por encima de visiones estrechas, de excusas fáciles y provincianas, nos comprometemos en la búsqueda de la excelencia en todas las facetas de la vida universitaria. Somos ambiciosos y no nos vamos a conformar con ser una universidad más. Convencidos de la trascendencia social de nuestra labor no podemos fijarnos objetivos por debajo de lo que Canarias necesita.
Una Universidad comprometida con la sociedad que le rodea, no puede dejar de devolverle a ésta lo mejor de las capacidades de sus miembros. Y debe hacerlo con las características peculiares de esta Institución: Sistemáticamente, de un modo socialmente responsable y con proyección de futuro. Y queremos hacerlo buscando la excelencia y garantizando la equidad.
Pasamos a comentar los diferentes aspectos del programa en las grandes áreas de actuación.

 

 
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