Una Universidad cada vez con más servicios, más
tecnificada en su gestión, más volcada en una
enseñanza práctica, con más ambición
investigadora, y que afronta los retos que se han señalado,
precisa de una estructura de PAS que acompañe todo
este despliegue.
Como colectivo, pienso que el Personal de Administración
y Servicios necesita estar en las mismas condiciones, con
sus peculiaridades, que el colectivo de profesores.
Esto significa que es necesario tener:
1.
Una plantilla del tamaño adecuado para las nuevas
necesidades de la Universidad. 2.
Cualificada profesionalmente, formada adecuadamente y
con perspectivas de promoción bien establecidas.
3. Una plantilla
motivada, incentivada y comprometida con los objetivos
de la Institución, que ella misma contribuye a
definir. 4.
Una plantilla sumergida en un ambiente favorable, donde
exista calidad en las condiciones en las que se realiza
el trabajo. |
La participación del PAS en los debates institucionales,
con el decisivo papel que, deben jugar, en todos los aspectos,
sus órganos de representación, pero muy especialmente
en los relativos a la calidad de la gestión, permitirá
establecer las necesidades en plantillas y las condiciones
de trabajo del personal de la casa.
Sin perjuicio de los resultados de esos debates, hay algunas
cuestiones que creo necesario mencionar.
Todas las actuaciones que se han ido señalado en lo
relativo Docencia y a Investigación, y las que se señalarán
con posterioridad, implican una redefinición de la
Plantilla Orgánica del Personal de Administración
y Servicios, y las actualizaciones correspondientes en las
Relaciones de Puestos de Trabajo. Por todo ello, lo primero
es desbloquear la actual situación de falta de negociación
con la Consejería de Educación para planificar
las ampliaciones de plantillas necesarias.
Hay que promover acuerdos sobre políticas sociales
(permisos, vacaciones, horarios,…) que logren la equiparación
de los derechos entre laborales y funcionarios de la ULL y
también con la ULPGC. No tiene sentido que la situación
laboral de los docentes sea la misma en las dos universidades
(promoción, complementos retributivos…), situación
repetida en el caso del PAS laboral gracias al Convenio único,
y que el único colectivo en el que esto no se dé
sea en el PAS funcionario.
Sobre todo en los puestos de responsabilidad en la gestión
(Jefes de Servicio, Interventor, …) hay que tender a
perfiles profesionales adecuados, no basta con que sean titulados
superiores y más o menos afines al Consejo de Gobierno
de turno. En este sentido, la libre designación debe
establecerse de forma restrictiva.
Es necesario mejorar y ampliar profundamente las políticas
de formación. No basta con cursos genéricos
de ofimática o similar, sino que es necesario que se
forme, de verdad, al personal en las nuevas aplicaciones que
se implantan y en las nuevas exigencias de los puestos de
trabajo.
El nuevo PIUC, debe contemplar un edificio de Servicios Administrativos
que permita desahogar el hacinamiento, la falta de medios,
de luz…, del actual Rectorado y de otras dependencias
en igual grado de precariedad.
Para la mejora de la calidad de los servicios que se prestan
es fundamental la elaboración del Manuales de procedimientos
administrativos, y de funcionamiento de los Servicios.
Y por último, pero quizá lo más importante,
insistir en una idea motriz: Todos los planes y actuaciones
que desarrolle la Universidad deben englobar las necesidades
de un modo completo, incluyendo también las del PAS.
Solo así se conseguirán los objetivos que nos
proponemos.

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