La Universidad de La Laguna ha consolidado
a lo largo del tiempo una amplia oferta cultural, cuyo ámbito
de actuación alcanza a casi toda la Isla de Tenerife,
con actuaciones puntuales en otras islas. Es un buen punto
de partida para ampliar esta oferta y, sobre todo, llenarla
de contenidos que conecten con algunos de los objetivos que
se han señalado antes: Captación de alumnos,
divulgación del quehacer científico universitario,
y conexión con los agentes sociales que deseamos que
se involucren con nuestro desarrollo. Este giro en la orientación
de la Extensión Universitaria, que va más lejos
de la mera canalización de iniciativas individuales,
es un objetivo que nos trazamos para orientar nuestra política
en este aspecto de la gestión.
Conviene así mismo revisar la situación de algunas
iniciativas emprendidas en el pasado. Debemos ser exigentes
con las entidades, como las Aulas de Cultura, o las Cátedras
Culturales, donde se advierten notables diferencias de funcionamiento.
Desde aquellas que cumplen con creces sus función,
hasta algunas de las que subsiste poco más que el nombre.
Los mecanismos que garanticen el funcionamiento de todas ellas
deben establecerse con claridad.
Es también en el seno de la Extensión universitaria,
donde la Universidad debe organizar su presencia en los debates
sociales de actualidad, involucrando en ella a los Departamentos,
a los Institutos Universitarios, a los Centros de Estudios,
y a las muy diversas iniciativas que surgen del seno de la
comunidad universitaria. Nuestro complejo mundo actual tiene
como característica la existencia de asociaciones,
ONG’s y colectivos diversos que protagonizan en muchas
ocasiones la voluntad de cambio social, la generación
de nuevas ideas, nuevos paradigmas y nuevas fronteras. Pensamos
que la Universidad debe estar abierta a estas inquietudes
y aportar sobre ellas el rigor, y el ambiente de debate sosegado
y racional. Esa debe ser una línea de actuación
en esta materia.
Mención especial merece la Radio Universitaria. Pensamos
que la Universidad está en condiciones de tener su
propia radio, y los diversos intentos de tenerla, con sucesivos
cambios de dependencia orgánica, y la incapacidad de
definir su estatus, han conducido a su práctica desaparición.
Los intentos actuales del Consejo de Dirección saliente
por reactivar Radio Campus adolecen de los mismos defectos
que han conducido a la situación actual. Nosotros abogamos
por la creación de una Radio Universitaria que se estructure
de modo que sirva, simultáneamente, como apoyo a la
docencia práctica de los alumnos de Ciencias de la
Información, como órgano de difusión
de las actividades universitarias, y como entidad cultural
donde se desarrollen las iniciativas de los colectivos interesados
en la radiodifusión. Establecer un órgano director
de la Radio que garantice su funcionamiento, su coordinación
con los órganos de la Universidad, y los criterios
de actuación en el ámbito del respeto a todas
las opiniones, es la primera actuación en esta materia.
Deportes.
El deporte universitario no ha venido ocupado un lugar relevante
en nuestra Universidad. El buen trabajo del personal del servicio
se orienta al mantenimiento de una oferta, sin duda apreciable,
pero que se ve constreñida por deficiencias en las
instalaciones y una organización que no se ajusta a
las necesidades de los universitarios.
Las carencias de nuestras infraestructuras deportivas se perpetúan,
y los usuarios repiten quejas ya antiguas que no parecen encontrar
solución. La situación de las canchas de deportes
de Biología y de Náutica, la próxima
desaparición de la de Aparejadores, o el estado de
los vestuarios y la limpieza de las instalaciones del polideportivo
central son una muestra de lo que decimos.
El campus de Guajara, que concentra la mayor parte de los
posibles usuarios, precisa de unas infraestructuras deportivas
que nos comprometemos a desarrollar.
Hay actualmente en marcha un proyecto de construcción
de una piscina cubierta, para la que se han comprometido unos
fondos (de 180 millones) de los que actualmente carecemos.
Siendo una iniciativa loable, nos preocupa su desarrollo y
dificultades de mantenimiento que llevará aparejada.
Nos preocupa así mismo su carácter de iniciativa
aislada y que no esté insertada en un plan priorizado
definido por los órganos de gobierno.
Ese plan de actuaciones a medio plazo, estructurado y priorizado,
y que contenga las previsiones para la construcción
y el mantenimiento constante de las instalaciones en las condiciones
deportivas y de higiene adecuadas, es una primera actuación
que proponemos emprender.
Además creemos preciso reorganizar el área de
Deportes, garantizando que quienes realizan actividades deportivas
tengan un mecanismo orgánico de hacer llegar a los
órganos de dirección sus quejas, sugerencias
y propuestas de mejora. Es necesario que los colectivos que
practican deporte, y los usuarios, estén presentes
en los procesos de toma de decisiones en esta materia. A tal
efecto se creará un Consejo de Deportes, en el que
se integrarán los diferentes colectivos y órganos
involucrados.

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